jueves, 10 de febrero de 2011

1811 Los patriotas olvidados: Indios, africanos, mulatos, pardos, bermejos, la ínfima plebe.




Caralvá

En 1811 éramos parte del Reino de Guatemala y conformábamos la provincia de San Salvador, nuestra dispersión geográfica era compensada por varios elementos que encerraban el embrión de la futura República de El Salvador.
Entre las características diferenciales de nuestra futura nación se encontraba el idioma náhuat-pipil, el cual era hablado en las siguientes regiones: desde Ahuachapán hasta Apaneca, Nahuizalco, Sonsonate, Caluco, Izalco, Norte de Sonsonate Cuisnahuat, Ateos, zona de mexicanos (Aculhuacan, San Sebastian, Ayutuxtepeque), Apopa, Nejapa, San Jacinto, Huizúcar, etc..
Las distribuciones eclesiales seguían a la administración política-administrativa colonial, bajo esta condición los pueblos eran comprendidos junto a diversas haciendas que englobaban el modelo de producción agrícola, pero con marcados abusos impositivos de por vida para indios y africanos, con una horrorosa ausencia de justicia.
Existen al menos tres etnias diferenciadas en coexistencia: blancos (europeos y americanos), Africanos (libertos y esclavos) y pueblos originarios (en diversos grados de organización social), con una mezcla en los pueblos que coincidía con el poder económico en ciudades como: San Salvador, Santa Ana (en aquel momento pueblo), Sonsonate etc..
Paradójicamente el poder aglutinador colonial esta fragmentado desde España. En 1807 el tratado de Fontainebleau, permite la invasión de Portugal por tropas francesas y españolas, pero Francia con tropas estacionadas en territorio español se convierte en ejército de ocupación. La resistencia de los españoles contra los franceses es modelo educativo para el continente americano.
Son momentos de crisis en España, algunos autores citan el momento como “implosión del imperio”, condición que alienta a los españoles americanos hacia su independencia administrativa bajo una condición detonante: ¿Qué fin tienen los impuestos coloniales en este período?.
Otro elemento en el contexto es la creación el 27 de mayo de 1810 en el reino de Guatemala del Tribunal de Fidelidad, que tenía por objetivo vigilar y castigar en este territorio a quienes mostraran simpatía con la insurgencia independentista, así el citado tribunal fue organizado por tres magistrados peninsulares, no obstante los americanos españoles se opusieron a dicho acontecimiento puesto que implicaba un claro mensaje de desconfianza hacia su lealtad.
De esta forma: Idioma, distribución político-administrativa y eclesial, identidad étnica, ausencia de justicia, corrupción, y la férrea voluntad de superar aquella postración social
une a los diversos sectores nacionales hacia aquella primera gesta de independencia el 4 y 5 de noviembre de 1811 en San Salvador y posteriormente en otros pueblos de la futura República de El Salvador, incluyendo a León en Nicaragua.
1811 no es la declaración de independencia, pero es el inicio de un movimiento nacional con rasgos de espontaneidad heroicos (Usulután, Santa Ana, Metapán, San Salvador) bajo el signo de africanos, indios, mulatos y americanos-españoles que solicitan una nueva forma de administración y posteriormente la Independencia.
La historia es generosa y no olvida, otorga a cada quien su lugar.
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sábado, 22 de enero de 2011

La sociedad y su modelo económico en el siglo XXI




Caralvá

Durante el siglo XX nuestra sociedad sufrió cambios económicos que afectaron la vida de miles de ciudadanos, todos estos cambios dentro del modelo capitalista o las modas imperantes en cada época. La nación sufre su más significativo cambio a partir de 1932 cuando acontece la ruptura constitucional que afectará los siguientes cincuenta años, al instaurarse el autoritarismo y los golpes de estado.
A partir de 1992 el Acuerdo de Paz, inicia una nueva época que intenta consolidar la democracia hacia el siglo XXI, pero existen diversas modalidades que pueden ser el detonante de nuevas fricciones nacionales, entre ellas las reformas constitucionales, la elección independiente de sus representantes o la reelección del presidente de la República.
La historia del siglo XX nos muestra la democracia latinoamericana con altibajos de todo tipo, pero al menos dos naciones permanecen estables: México y Costa Rica, naciones que nos muestran signos de notables avances sociales, tanto en la movilidad social, como en la solución de sus conflictos internos. Desafortunadamente el surgimiento del fenómeno del narcotráfico amenaza con abrir un nuevo escenario a considerarse en las expresiones de gobernabilidad y por lo tanto en el modelo democrático, puesto que el poder del dinero compra la voluntad de algunos políticos o servidores públicos.
El caso de la opción democrática en El Salvador, ya no solo debería residir en la clase política que toma decisiones a nombre de los ciudadanos por la delegación constitucional, sino por el pueblo en general, que se ve afectado directamente con las tendencias de los organismos internacionales, así como por factores internos de emigración, desempleo, seguridad, narcotráfico, crimen organizado etc. que inciden en las familias de los trabajadores. El verdadero nudo democrático reside en que los funcionarios públicos rindan informes a sus electores y los electores estén representados en la decisiones de los funcionario públicos durante los períodos legales de sus mandatos constitucionales, tanto para alcaldes, diputados o poder ejecutivo; este vacío constitucional es el divorcio de las realidades entre la clase política y sus electores.
La tragedia de nuestra nación es que cada sector o grupo social tiene su particular criterio democrático, así en el siglo XX prevaleció la democracia al estilo militar, en ciertos momentos la democracia cafetalera, industrial o financiera, posteriormente se instauró un modelo neoliberal que agotó la agricultura e impulsó la modernización del Estado, todos estos grandes eventos no pasaron por la decisión de las multitudes, porque solo fue decidido en las cúpulas de la clase política. La propuesta entonces para los siguientes años debe ser que el concepto democrático y sus efectos económicos estén incluidos en la racionalidad pública más allá de una administración de cualquier partido político y definir con exactitud en la constitución que la propiedad privada no se opone al criterio social, pero si se opone al criterio colectivo.
Cuando se aplicó un concepto democrático y su desarrollo económico, nadie protestó por ello, porque solo son visibles sus efectos, ahí están los márgenes de distribución de la riqueza y nadie se extraña por los niños de la calle o los emigrantes ¿acaso es mucho pedir una definición del modelo democrático y la economía? ¿Acaso la ciudadanía no es la que pagará por las deudas de sus funcionarios o sus erróneos modelos económicos?
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miércoles, 12 de enero de 2011

De la ofensiva de 1981





Caralvá

… ¿puede una bala atravesar el vértice del pulmón izquierdo sin dañar un solo vaso, ni arteria, ni nada? Si, el dueño de esa herida puede darte fe de ello, con un voto de confianza a Dios –desde su propia vida pública- también algunos de nuestros hombres fueron heridos por balas “amigas”; combates desde los tejados que atrapan balas entre los polines y que al avanzar sobre el techo, éste se derrumba con todo y los horcones que salvan la vida del combatiente, puesto que segundos después ráfagas de ametralladora 6.0 vuelan lo que queda en pie o de Dinora que atrapada entre los vehículos blindados se dispone a morir arrodillada, al momento de la ráfaga que golpea su fusil con tal fuerza que la tira y la creen muerta... sí, el muerto fue el fusil; Dinora sigue siendo muy viva, pero ella sabe que si sobrevivió a una ráfaga de G-3 del ejército, algo de sangre inmortal debe correr en sus arterias.. Por la tarde de aquel día unidades comenzaron a retirarse a sus antiguos campamentos, allende las barrancas y ríos. Después de la ofensiva de 1981 llegaron periodistas franceses y otros de la Revista Newsweek; los franceses filmaron todo, uno de ellos a Iris, dijo llamarse: Christiam Poveda y si llegábamos a París, fuéramos a su casa o la agencia Atelier; si ir a París como ir a Soyapango… algún día.
La tarde en que llegó Filiberto al campamento lloramos, cuando nos contó su historia:
- ¡Achis! Gumer, ¿honde´stas pue? – le deciya-
- Nomeoyes vos, pue...
- ¡Adio!, el talegueyo jué juerte, todo el jusileyo ese, luechamos todos p´alante pue, ahí divisamos el vergo de melitares, agazapados y prendidos de sus fusiles en la apretazón de las oscuranas, ellos nos atizaban con todo pue, nosotros les dimos primero, pero ellos eran un chumazo de pelones, disparando sus fierros, tan chuñas como nosotros, pero con tanto arresto como nosotros, que por vida suya, esa tronazón era recia y los montes y los guarumales, así como los chiribiscales pue, se torcían en la tumbazón de los plomos.
-Mire veya, que por vida suya peliamos pue, con el mesmo herbor del café de olla, juerte, muy juerte, en el diya del asalto al cuartel. Tendidos como huixquiles maduros, nuestro pelotón teniya como invite el punto poniente del cuartel, ´tonces nos juimos de noche por los montes con ese deseyo loco de que nuestros críos no sufrieran nuestros mesmos males.
Lueguito del talegaseyo, nos fuimos por los montes, yibamos por el magueyal de doña Clara, juntito del Madrecacao y por donde están los maquilishuat, cuando nos salen unos patrulleros, nos atrancamos de balazos, mataron a Gumer, a Jacinto yami mihirieron en la pata, pero ellos también se jueron al juraco, pero a mi, me dejaron renco, les quite los fusiles y los enterré.
No creya compa, me he tardado 3 diyas en el jalón del regre..., porque me vine díarrastras, es que estoy renco, un pata miaquedado engarrapatada, no la puedo mover... pero miacuerdo que cuando terminó el molote:
- ¡Achís! Gumer, Jacinto, ¿honde´stas pue?- les deciya-
Nomeoyes vos, pue... y ellos yistaban muertos...
Ahora en mi habitación Dinora está lista para sobrevivir a otra ráfaga de amor, pero eso es otro El Salvador, perdón, otro suspiro. Los compas no sabían que nos contaban la Historia.
(Fragmento: La primavera salvadoreña, recuerda España)
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jueves, 6 de enero de 2011

2011 Bicentenarios y otras fechas


Caralvá
El Bicentenario de nuestro primer moviendo social a favor de la Independencia de España, tiene diversas connotaciones, sus lecturas son diversas pero debemos reconocer que las interpretaciones han sido utilizadas como instrumentos de lecturas del poder, de esta forma durante el siglo XX no se reconoció la existencia de nuestra etnia en los eventos del 4 y 5 de noviembre de 1811, de igual forma la participación de africanos en esas justas libertarias. En la nueva administración gubernamental de izquierda, esta fecha debe ser un encuentro de opiniones entre diversos sectores sociales. El tema histórico es un buen ejemplo para propuestas de investigación, por esta razón hablar de historia documentada connotará la riqueza cultural que poseemos; recordar que mucho antes de la colonización española, en nuestra tierras ya existían pueblos organizados con su propia historia, lengua e identidad.
En la nación aún se preserva el náhuat y existen valiosos estudios no divulgados por diversas razones, pero pronto instituciones de educación superior impulsarán el redescubrimiento de mitos, tradiciones y excepcionales legados de la riqueza de nuestros pueblos originarios. La fecha es un signo oportuno para las diversas propuestas de investigaciones, en especial el año de 1811 que inicia el movimiento social que culmina en 1821. Centroamérica esta unida en estas efemérides junto a la República de Paraguay, Venezuela, Colombia, anotando que este año coincide con el 75 aniversario del Golpe Militar en España que termina en la guerra civil. Podríamos afirmar que la efemérides solo son palabras y no significan nada, que podrán pasar otros doscientos años e igual, pero no podemos olvidar que esos movimientos sociales significan en este momento parte de la identidad de millones de salvadoreños, que conforman una nación plurietnica, pluricultural y con lenguas originales anteriores a la colonización española, por lo cual debemos sentirnos orgullosos, nuestros grupos étnicos dieron origen a pueblos y ciudades entre nosotros. Al menos el Bicentenario potenciará la exposición de diversas temáticas olvidadas, así como las propuestas históricas sobre: composición étnica, motivos del movimiento independentista, estructuras coloniales, descomposición del imperio español, influencia francesa, vecindad del movimiento insurgente en México y otros que pueden cambiar nuestra visión tradicional por nuevos aportes de las ciencias sociales.
Estas fechas cargadas emotividad, no deben cegarnos para la comprensión que necesitamos sobre acciones precisas de aquel movimiento del 4 y 5 de noviembre de 1811, si los acontecimientos han sido idealizados o si es preciso re-escribirlos debe realizarse el ejercicio pertinente. Estas fechas marcan el aporte popular y su legado para Centroamérica. El Bicentenario será un bueno motivo para celebrar la amistad entre las naciones, puesto que comprender aquellos movimientos sociales es pronunciarse por nuestra vocación de pueblo en la historia y nuestra voluntad por una patria mejor en democracia.
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sábado, 2 de octubre de 2010

La Historia en democracia



La Historia en democracia

Caralvá

Recientemente la publicación de un documental de la guerra civil salvadoreña, ha detonado una serie de críticas de parte de sectores que participaron en el conflicto de los años ochentas que cuestionan la divulgación de esos materiales históricos.
La Historia en su conjunto será la piedra que edificará nuestra sociedad para los siguientes 100 años, Historia que debe ser herramienta de estudio y la vocación nacional en su proyección, pero si es negada también puede ser la generadora de nuevos conflictos, puesto que cada sector optará por la defensa de sus intereses y no por la interpretación que originó tal evento.
La Historia Nacional nunca ha sido cuestionada porque siempre ha existido una política oficial para interpretar cada evento, de tal forma que la divulgación de los acontecimientos ha colocado a los actores principales como: Héroes y Villanos, buenos y malos, los defensores de la libertad y los arquetipos de la esclavitud... etc.
Esta concepción ha sido producto de la concepción capitalista versus el comunismo, en El Salvador se origina en el siglo pasado que califica a partir de los años 30 de comunistas a todo opositor, así iniciamos una historia ideológica que ha dividido profundamente a los salvadoreños entre comunistas y anticomunistas o si lo prefieren entre amigos y enemigos, un lenguaje que tuvo su máxima expresión en los años ochenta en el esplendor de la guerra fría entre las potencias nucleares.
Pero la historia en ese sentido no solo es impulsada por la derecha, también la izquierda ha optado por divulgar su propia historia desde los años treinta. No existe una concepción única de la Historia sino varias, al menos dos en franca oposición, que como hermanos gemelos enemigos coinciden por su forma ideológica contrapuesta.
Ambas lecturas de la historia se excluyen y combaten de tal forma que discutir de historia es una exhibición de esgrima entre lineamientos ideológicos y filiaciones partidarias, porque a cada paso de la historia actual existen errores y aciertos; en nuestra nación existe monumentos que levantan hasta el cielo obeliscos de anticomunistas y en otros nombres comunistas célebres; en cada monumento se efectúan actos memoriales según la ocasión, pero nos señala la profunda división de visión histórica en la postguerra y en democracia.
Existen casos donde la condición de héroe y villano se intercambia según el tiempo de la guerra, al igual que el giro político de las estructuras partidarias.
Pero en tiempos democráticos y postguerra, elevar la condición de la Historia hacia la comprensión de los eventos y no como instrumentos de aniquilación de enemigos debe ser el objetivo, necesitamos una Historia Nacional que rescate a nuestra etnia calificada desde los años 30 de comunista, necesitamos comprender que los sangrientos eventos de la guerra civil no concluyeron en victorias o derrotas, sino en el Acuerdo de Paz que construye un nuevo modelo de legalidad, tolerancia y respeto por las opiniones de los adversarios.
La construcción de la Historia no puede continuar repitiendo leyendas de la guerra fría entre comunistas y anticomunistas, por esa razón debemos avanzar hacia una nueva historia democrática entre ciudadanos.
Abrir un debate nacional sobre la sociedad de preguerra, guerra y postguerra eliminando los signos ideológicos para enfrentar los problemas que lo motivaron es el camino hacia nuestra comprensión de nación en paz.
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